(Inspirado en la tradición Sufí)
Hay una Verdad
_ que me alegra el alma.
Que me da tranquilidad
_ y me ha brindado la calma.
Aquella que es la paz de la esperanza nocturna
_ buscada por los amantes de la luna.
Dicha infinita,
_ sin comparación alguna
que me enerva en las noches
_ de meditación nocturna.
Una Verdad
_ tan abrumadora que me arrasa
_ y que eleva mi alma,
mientras mi corazón se abrasa,
al Paraíso Olvidado
_ en donde el tiempo no pasa.
A ese lugar de felicidad austera
_ donde se llena de Amor
_ el corazón que lo espera.
Aquel que por haberlo buscado con determinación
será suyo el Reino de la compasión,
el conocimiento bendito,
la sabiduría y la razón.
Que hace Divino al hombre,
transmutando su corazón.
Y es así como se devela
_ el verdadero don.
Pues es la humildad el tesoro
— Así lo ha dicho el Señor—
porque Todo lo que nos rodea
una única Verdad nos revela:
"!Que Toda La Creación Entera!
refleja el rostro de Dios".
Daniel+,
Comunidad Apostólica de San Juan,
Cuernavaca, Morelos.
Rvdo.Daniel.Fragoso@gmail.com
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domingo, 26 de septiembre de 2010
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